De Jordi Juan y su novela La capital inverosímil, ganadora del Premio Felipe Trigo y publicada por la Funda
ción Lara, hablan las críticas de manera unánime por su calidad literaria, un concepto subjetivo y que cada cual toma a su manera. Para mí, la incuestionable calidad literaria de la obra, y de la obra de Jordi en general, se cimenta en:
· La concreción: el uso de la palabra adecuada en cada momento, gracias al dominio del lenguaje y, sobre todo, al paciente trabajo para componer la novela.
· El arduo trabajo de documentación para crear la atmósfera con personajes reales e imaginarios.
· El narrador empleado, con una voz de los años treinta que te sumerge aún más en la época en la que transcurre la trama.
· La caracterización de los personajes, en particular el chino Mateu, por sus diálogos, por su descripción narrativa y sus acciones.
· La combinación de una trama negra, donde habilidosamente se dosifica la información y la ambientación histórica en plena Guerra Civil Española.
· El punto de vista adoptado desde la perspectiva republicana, pero con la visión objetiva de los hechos.
Una novela que, sin duda, merece el premio que obtuvo y una lectura reposada para disfrutar de ella .